Un espacio personal, a través del cual expreso pensamientos, ideas, sueños, reflexiones, dudas, ideologías, estilos de vida, cosas quizás interesantes y otras no tanto...
octubre 30, 2010
octubre 29, 2010
octubre 26, 2010
octubre 20, 2010
Dave Hidalgo - Cirque du Soleil "QUIDAM"...
La alegría de volver a ser niño...
Anoche, noche mágica, soñé (despierto) que volvía a estar de la mano de mi mami, sentí por única vez (después de adulto) que el mundo tal cual como lo conocemos no existía, que todo se detuvo a mi alrededor, los cuentos y las fábulas que múltiples personas me contaron durante mi infancia se materializaban en tan solo un par de horas… es que el circo del sol es tan irreal que raya en lo absurdo… es como entrar en una cápsula del tiempo de la cual no quieres salir porque al finalizar el espectáculo te das cuenta que todo se desvanece y la vida vuelve a su cotidianidad.
Confieso que aún estoy confundido y mi elemental conocimiento acerca de las leyes universales de la física y la gravedad han sido desbaratadas en 120 minutos por QUIDAM, espectáculo el cual tuve la dicha de presenciar gracias a una enorme sorpresa que me dio mi hermana la tarde de ayer martes 19 en su estreno en Bogotá.
Y es que el solo hecho de estar dentro la carpa del Cirque du Soleil es algo que cuesta describirlo, actuaría con alevoso irrespeto si opinara por los demás, pues considero –más bien anhelo- que todo el mundo pueda tener la oportunidad (aunque sea alguna vez en la vida) de ser testigo de un evento maravilloso, inigualable… definitivamente único y así vivir su propia experiencia para dejarse contagiar de esa candidez y deje volar su imaginación para que cada individuo pueda contar su propio viaje en particular. Es que el circo del sol es tan sorprendente que aún las personas que han visto otros números de la compañía tienen la capacidad de alucinar con cada montaje que presencian.
Si eres de los que tienes una gran sensibilidad artística y has estado cerca del teatro, la danza, la pintura, el cine, la escenografía, o cualquier manifestación artística este es el paraíso que siempre has soñado, aquí conseguirás lo que seguramente siempre has recreado en tu mente y nunca habías visto en vivo.
Desde la imponente y monumental carpa, la organización del personal, la puntualidad del show, los avanzados equipos técnicos de luces, sonido, una tramoya increíble, 6 músicos en vivo impresionantes y unos artistas de primera línea (no en vano llamados los mejores del mundo) se configuran para ofrecer un número inolvidable.
Es explorar tu existencia, tus bonitos recuerdos de niño, es buscar dentro de ti y encontrar que aun tienes la capacidad de sorprenderte, es tratar de no entender la razón lógica de lo que sucede y como sucede, sino simplemente disfrutar de lo que ven tus ojos y rendirte ante la explosión de emociones que te genera un momento extraordinario como el vivido anoche, al final, no sabes si reír, si llorar, si aplaudir, si ponerte de pié, simplemente el espasmo se apodera de tu cuerpo.
QUIDAM es una palabra francesa que se aplica a un "fulano", un transeúnte anónimo, una figura solitaria detenida en una esquina, una persona que pasa a toda prisa, un ser perdido en la multitud. QUIDAM pone de cabeza la gravedad. Una de las características más espectaculares de la producción es una cinta transportadora de 40 metros de altura, cuyos cinco rieles ocupan toda la superficie interior de la gran carpa.
QUIDAM en otras palabras fue la nave que me dio la oportunidad (como si se tratara de una máquina del tiempo) de devolverme la alegría y la magia de ser un niño una vez más…
Dave
Desespero...
octubre 18, 2010
octubre 08, 2010
Mario Vargas Llosa - Premio Nobel de Literatura 2010...
Absolutamente todo el mundo ha sido sorprendido hoy con la noticia de que el peruano Vargas Llosa es el nuevo Premio Nobel de Literatura, incluido el propio escritor quien al enterarse pensó que se trataba de una broma. Y es que hace años que el autor de La ciudad y los perros, La casa verde y Los cachorros, entre otras obras, viene siendo candidato a este galardón, como muestra esta nota publicada en Poemas del Alma para la edición de 2006. Muchos han opinado que la razón fundamental para que haya sido ignorado en el pasado es su ideología liberal, mientras que este reconocimiento históricamente ha tendido a seleccionar autores con ideas de izquierda. Con cada año que pasaba, parecía que sus chances iban disminuyendo. Sin embargo, las palabras de Peter Englund (presidente del jurado que lo premió) hoy fueron dirigidas hacia Vargas Llosa, cuando explicó la razón de la elección: “por su cartografía de las estructuras del poder y sus incisivas imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota del individuo”.
El último escritor latinoamericano distinguido había sido Octavio Paz en 1990, 20 años atrás. Los otros cuatro autores de nuestra lengua y región que ganaron el Premio Nobel en esta categoría fueron Gabriela Mistral, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda y Gabriel García Márquez.
Vargas Llosa recibirá el premio en una ceremonia a desarrollarse el próximo 10 de diciembre, en Estocolmo. Recibirá además 1 millón de euros por haber sido elegido.
octubre 07, 2010
Blanca Luz Pulido - Los nombres olvidados...
Vivo sin mí, inmóvil,
ausente de mi cárcel de palabras,
sin la forma precisa para el canto
en este día sin tregua y sin resquicios;
cuando celoso de sí mismo el aire
no se desata en viento,
cuando nada me entrega su sentido
y no encuentran camino hacia mis ojos
ni el cielo ni los nombres de la tierra,
porque yacen serenos y completos
y en su ser se alimentan y se engendran.
Cumplen en sí la estatua de su vida
tanto el ser mineral como la espuma,
pues mis nombres tal vez están cansados
y en el árbol no pinten ningún verde
ni en el azul la sombra que enamora
y no sepan oír, en el silencio,
lo que la tarde les dice a los jardines.
Cifrados cantos, oscuros se celebran
al aire prodigioso de la noche
o en la obstinada luz que a mí se niega.
Atiendo, espero,
oigo el rumor adverso de mi sangre
y los días que son gestos de días
y las horas iguales a las horas
y todo tan en sí,
sellado,
inmóvil...
Blanca Luz Pulido
octubre 04, 2010
Masculino/Femenino - Producción/Seducción...
Si en el inconsciente no hay hombres ni mujeres, habrá que buscarlos en el imaginario social. Veremos cómo, lo masculino produce lo femenino, lo femenino seduce lo masculino.
La razón masculina tiene forma de razón (a/b). Esto es: de relación entre una mayoría dominante (numerador) y una minoría oprimida (denominador). Es una razón que no admite diferencias, sino ordenadas. Separa a los objetos (las mujeres) de los sujetos (los hombres), y pone a los hombres encima de las mujeres. Separa, entre los objetos, a las mujeres consumibles de las negociables (castas, cuya penetración sería un incesto), y pone a las negociables encima de las consumibles. Separa, entre los sujetos, los humanos (que deben cumplir la ley) de los divinos (que, para acceder a la divinidad, deben transgredirla) y pone a los divinos encima de los humanos.
Es una razón negativa, que organiza prohibiendo.
Lo que está prohibido --en el intercambio de sujetos-- es: la relación reflexiva (masturbación), la relación simétrica (amistad), las relaciones transitivas inmediatas por semejanza (homosexualidad) o por contigüidad (incesto). Lo mismo ocurre en los sistemas de intercambio de objetos o de mensajes. La función secundaria de las prohibiciones es positiva: así se ensancha el círculo social. Pero la función primaria es negativa: exterminar todo lo que no se deja intercambiar --lo que no circula--, lo sólido, lo que no se deja reducir a valor de uso o a valor de cambio (económico, semántico o libidinal). Lo que no sirve a nadie ni para nada. Lo impresentable: que, por eso, tiene que ser representado.
La dominación de las mujeres por los hombres es la matriz de todas las dominaciones: la primera y la más intensa. La mujer es el primer objeto producido. Y la producción es una actividad masculina.
Las mujeres --biológicas-- han sido feminizadas --socialmente--: transformadas en sexo dominado. Convertidas --anulando su subjetividad-- en reposo del guerrero. A través de los tiempos, la razón masculina (a/b) ha producido distintas aplicaciones: activo/pasivo, en Grecia; divino/demoníaco, en la Edad Media; razonable/irrazonable, en la Edad Moderna. Encarnan la razón las clases dominantes: varones, blancos, propietarios, heterosexuales, adultos, cuerdos, sanos, urbanos... Encarnan la sinrazón las clases dominadas: mujeres, personas de color, proletarios, homosexuales, niños, locos, enfermos, rurales... Como antes lo encarnaban, lo activo y lo pasivo, lo divino y lo demoníaco. Las ciencias sociales, las sociologías y las psicologías, son dispositivos de aplicación de esta razón falocrática. Siempre se trata de reducir lo irrazonable, lo que no se somete a la razón, el resto de la división a/b. Lo que no deja reducir a valor, lo que no vale.
Llamamos con el mismo nombre (hombre) al conjungo (especie) y al sexo masculino. La relación hombre/mujer encarna la razón a/b. Sólo los hombres son válidos: las mujeres, los homosexuales y los niños son inválidos o minusválidos (por eso son llamados con otro nombre). Son los restos de la división. Las mujeres son arrojadas al denominador: designadas como sexo sometido. Los homosexuales son expulsados de la realidad: son resto no reconocido. Los niños son recluidos en el limbo infántico --sin habla--, en espera del cielo apofántico: sometidos a un compás de espera (que, para las niñas, será eterno).
Las mujeres que no son sometidas constituyen restos de la división (como lo que no se deja someter en cada mujer: el inconsciente). La prostituta tiene valor de uso, pero no tiene valor de cambio (tiene valor de cambio económico y libidinal, pero no tiene valor de cambio semántico). La bruja está fuera de la esfera del valor: es el resto absoluto.
La rebelión masculina es luciferina. Lucifer dijo: no serviré (a nadie, para nada). Es un desafío frontal al poder: le costó el infierno. Muchas feministas sigue la vía de Lucifer: arriesgan el mismo destino.
Hay un feminismo converso: el de las mujeres que quieren ser iguales a los hombres --como las del PSOE-- (acceder al numerador de la razón). Hay un feminismo perverso: el de las mujeres que quieren dar la vuelta a la tortilla --como las reivindicativas del MC-- (invertir el numerador y denominador). Hay un feminismo subversivo: el de las mujeres que quieren abolir la dominación --como las anarquistas-- (borrar la barra que separa el numerador del denominador). Hay un feminismo reversivo: el de las mujeres que hacen girar esa barra hasta hacerla estallar.
(Los mismos tipos se encuentran entre los homosexuales: vergozante, marica, revolucionario o travestido).
Sólo el feminismo reversivo es seductor. Los otros son --en mayor o menor medida-- productivos. Intentan revalorizar a las mujeres. La estrategia de la producción es el deseo, la estrategia de la seducción es el desafío: desafiar a los machos a ser más machos.
Como ya vio Anaximandro, todo lo producido ha de ser destruido: todo lo que aparece debe desaparecer (dispersarse en las apariencias). La producción es acumulativa e irreversible, se inscribe en una economía restringida: avanza por la flecha histórica del tiempo, continúa --evolutivamente-- o discontinuamente --revolucionariamente--. La figura de su avance es la espiral dialéctica. La seducción no es acumulativa y reversible, se inscribe en una economía generalizada: es una perpetua oscilación del caos al orden. Su figura es el círculo vicioso. Es un desafío a la flecha histórica del tiempo hasta hacerla alcanzar el límite. La rebelión productiva es un enfrentamiento con el poder masculino. La rebelión seductora es un sobresometimiento al poder. Las rebeliones frontales refuerzan el poder: la conversa (que suplica al poder que sea menos poder) lo reforma, la perversa (que intenta que el poder sea otro poder) lo invierte, la subversiva (que exige al poder que no sea poder) lo revoluciona. La reversiva (que desafía al poder a que sea más poder) pone al poder en una tesitura imposible: pues le obliga a exacerbarse hasta extinguir la relación por exterminio de los términos. Ningún poder falocrático resiste a Cicciolina. Ningún poder político resiste al terrorismo. Son cánceres, pues aplican el paso de la metáfora a la metástasis.
Jesús Ibáñez (1928-1992)
"Por una sociología de la vida cotidiana"
Madrid: Siglo XXI, 1994. Pp. 64-66.
Gente Tóxica: Cómo protegerse de los 7 tipos de vampiros emocionales...
Vampiros emocionales. De acuerdo, el término es bastante dramático, y algunos dirían que hasta excesivo… pero después de un encuentro —por breve que sea— con uno de estos individuos, todos estamos de acuerdo en que es el único que realmente los describe. Después de tratarlos, nos sentimos como si una especie de `Drácula síquico’ nos hubiera drenado emocionalmente, dejándonos deprimidos, sin energía, con el ánimo apagado.
Todos conocemos por lo menos uno. ¿No lo crees? Haz una prueba sencilla: ¿Existe alguien que evitas o rehúyes, sea en persona o por teléfono? ¿A quién te cuesta mucho trabajo devolverle una llamada, porque la sola idea de hablar con él o ella te cansa? Después de compartir con cierta persona, por `agradable’ que haya sido el encuentro, ¿te quedas tensa, molesta o agotada… y muchas veces ni siquiera entiendes por qué?
Si has respondido que sí a cualquiera de estas preguntas, no lo dudes: estás lidiando con un vampiro emocional. Lo insidioso de este problema, es que puede ser un desconocido… o un ser querido: el padre, el esposo o la mejor amiga. De igual manera, la relación puede ser cercana o distante; la persona agradable o desagradable… pero el efecto que tiene sobre ti siempre es tóxico.
Existen dos clases de vampiros emocionales —ambos igualmente tóxicos— que debes aprender a reconocer.
Amenaza invisible
El primero es el vampiro invisible. Y es que muchas veces, el comportamiento de estas personas no es abiertamente tóxico, por decirlo de esta forma. Por lo tanto, es difícil reconocerlas y `neutralizarlas’. Después de todo, son pocos los que no captan cuando alguien se comporta de una manera grosera o desagradable con ellos, o cuando trata de ofenderlos de acción o de palabra. Pero dicen que no hay peor contrincante que un enemigo invisible, y es verdad.
Muchos vampiros emocionales operan `por debajo del radar’. En otras palabras: su comportamiento tóxico no es evidente; este se oculta detrás de una actitud o unas palabras inocentes. Esto se debe a que ellos envían `mensajes dobles’, que es el arte de decir una cosa aparentemente inocua, e insinuar otra muy diferente.
Por ejemplo: `Qué bien te queda ese vestido’, dice tu `mejor amiga’… antes de agregar: `Incluso te hace cintura’. `Qué bien te ves… para tu edad’. Este tipo de comentario también se conoce como `el dulce envenenado’, porque, detrás del elogio, siempre hay una crítica implícita.
El vampiro solapado también suele recurrir al humor como una forma de atacarte sin dar la cara ni sufrir las consecuencias. La regla que funciona aquí es la siguiente: si él o ella bromean con que tienes sobrepeso o no encuentras pareja… no debes ofenderte, porque se trata de una broma.
Cuando Susana, un ama de casa de 32 años, le pidió a su suegro que no le hiciera más chistes sobre su peso, él no solo le hizo sentir que ella era una acomplejada sin el mínimo sentido del humor… `sino que acabó dándome cátedra sobre la importancia de quererme tal como soy. O sea, que el problema acabé siendo yo’, contó, indignada.
El lenguaje corporal también es una estrategia muy común de los vampiros emocionales. Te dicen `Respeto tu decisión’… con una sonrisa cínica en la cara; juran que te aprecian… con los brazos cruzados; te piden que les creas… y desvían la mirada (a veces el gesto es tan sutil, lo que los sicólogos llaman una microexpresión, que no lo captas a nivel consciente; pero sientes que algo simplemente no `cuadra’). Ellos te dicen una cosa, pero tú percibes todo lo contrario. Esta discordancia crea una confusión interior que, a la larga, te drena.
Vale aclarar que, muchas veces, el vampiro emocional no opera a nivel consciente; no sabe el efecto que tiene en los demás. Simplemente, es su forma de ser. Como también ocurre con el segundo ejemplar.
Vampiro a la vista…
La segunda clase de vampiro emocional es más fácil de detectar, pero no menos difícil de sobrellevar. Estos son algunos de los ejemplares más comunes, de acuerdo con las teorías de las expertas en relaciones interpersonales Cheryl Richardson, autora de Take Time for Your Life (Toma tiempo para tu vida) y la doctora Lillian Glass, autora de Toxic People (Gente tóxica).
1. Los negativos.
Ven el mundo a través de lentes oscuros. Y a ti te toca la ardua tarea de elevarles el ánimo, lo cual es como subir una piedra montaña arriba. `Tengo que buscar trabajo’, dice ella. `Ahora hay muchas oportunidades en tu campo’, le dices tú. `Sí, pero a mi edad…’, apunta ella. `La experiencia vale de mucho’, señalas. `Ay, pero las empresas prefieren personas jóvenes…’. Llega el momento en que tú, que tratabas de animarla, acabas más deprimida que ella, y temiendo por tu futuro laboral.
2. Los quejosos.
Se pasan la vida lamentándose de lo mismo —y `lo mismo’ puede ser la pareja, el empleo, los hijos, la economía—, pero nada hacen para cambiar la situación. En realidad, esta persona solo quiere quejarse, pues esto le produce un alivio momentáneo. ¿Tú? Después de una sesión maratónica de quejas, en la que al final nada se resuelve, acabas drenada.
3. Los criticones.
Ponen objeción a todo lo que dices y haces; para ellos, tú nunca das la talla. Por supuesto, insisten en que las críticas son `por tu bien’. Pero la realidad es que te dejan por el piso. Por regla general, estas personas le encuentran un defecto a todo: la película, la cena, el servicio en el restaurante… ¡Son irritantes y ¡agotadoras!
4. Los belicosos.
Cualquier incidente, por mínimo que sea, provoca en ellos una reacción agresiva. Sientes que debes vigilar lo que dices o haces, para no encender la pólvora, porque cuando estallan, ¡arde Troya! Esto apaga tu espíritu.
5. Los débiles e indefensos.
Constantemente necesitan que hables por ellos, los defiendas, los apoyes, los protejas… porque ellos, pobrecitos, no saben valerse por sí mismos. Pero, sin duda, llevar todo ese peso sobre tus espaldas te quita hasta la última gota de energía. ¿Ellos? Tranquilos y felices, porque no tienen que hacerse responsables por sí mismos. En este grupo hay que incluir a los `poca cosa’ que practican la agresión pasiva; esos que, después de un desacuerdo, te juran que no te guardan rencor… pero luego se olvidan, por ejemplo, de pasar por ti a la hora acordada. Es su forma indirecta de castigarte.
6. Los sarcásticos.
Sus comentarios —crueles, burlones, en fin: sarcásticos— pueden resultar chistosos, pero cuando ese humor negro siempre va dirigido a ti, acaba por minar tu espíritu. Después de una sesión de ironías y comentarios ácidos, te sientes dolida e insultada.. Su humor hiriente es tóxico para el alma, porque siempre golpea donde más duele.
7. Los catastróficos.
Siempre están hablando de huracanes, enfermedades, muertes, desgracias y colapsos económicos. Para ellos, la vida es un peligro inminente, y si algo va a ocurrir, seguramente será muy malo. Cinco minutos con ellos acaban con tus nervios.
Un peligro real
Daniel Goleman, autor del best seller internacional La inteligencia emocional, nos asegura que el efecto que nos causan estas personas va más allá de una molestia momentánea. De acuerdo con su último libro, Social Intelligence (Inteligencia social), nuestros intercambios diarios con la pareja, los hijos, el jefe y aun con extraños, moldean la estructura física de nuestro cerebro a nivel celular; esto, a su vez, afecta todas las células del cuerpo, efectuando cambios incluso a nivel genético.
En otras palabras: nuestra reacción ante los demás tiene un impacto biológico en nuestro organismo, ya que durante un contacto social segregamos hormonas que afectan desde nuestro corazón hasta nuestro sistema inmunológico. Según Goleman, las buenas relaciones son como una vitamina; las malas, como un veneno. Y no solo eso: las emociones ajenas son contagiosas, lo mismo que un catarro. ¿Entiendes ahora por qué es tan importante neutralizar a los vampiros emocionales?
Los pasos claves
1. Reconocerlos. Determina en qué categoría cae esa persona que te deja drenada anímicamente. De esta manera nunca te toma desprevenida, pues ya sabes cómo opera.
2. Mantener el balance interior. Para evitar el contagio, muchas veces entender por qué esa persona tiene ese efecto sobre ti, te ayuda a protegerte de su influencia negativa. Cuando sabes que es ella, y no tú, la que tiene un problema (porque es negativa, belicosa, catastrófica, etc.), puedes mantener una distancia emocional que te permite observar su comportamiento `desde afuera’, sin que te afecte.
3. Alejarte. Si esta persona no es esencial en tu vida, puedes diluir la relación. Muchas veces la costumbre nos `ata’ a amistades tóxicas.
4. Sanar la relación. Si la relación es importante para ti, Cheryl Richardson aconseja que le dejes saber a esa persona de qué manera te está afectando. No se trata de enfrentarla, herirla ni atacarla. En el momento oportuno, cuando ambas estén en buenos términos, debes llamarla aparte y dejarle saber que, justamente porque la quieres y valoras la relación, tienes algo que decirle. `Cuando haces/dices tal cosa, yo me siento tensa/triste/ansiosa/ofendida. Te pido que no lo hagas más’. Esto puede iniciar un diálogo muy sano para las dos.
Roberto Palomino
30 sept 2010
octubre 02, 2010
octubre 01, 2010
Roberto Juarroz - Digo palabras frente al espejo...
Digo palabras frente al espejo.
Unas veces se fugan por el aire.
Otras veces duplican el espejo
y encuentro dos espejos mirándose.
Pero algunas veces
las palabras entran en el espejo.
Las palabras no han aprendido a reflejarse
porque reflejarse es mantenerse afuera.
El reflejo es el comienzo de la pérdida.
(Poesía Vertical XI - I - 18)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)