agosto 09, 2009

Armonía multicolor...

Y ahora con esta espectacular Armonía Multicolor para compartir con todo aquel que guste leer algunas líneas que para mí son de gran valor...
Líneas cargadas de amor, pensamientos, sentimientos, confusiones, sueños, ilusiones, alegrías...
Líneas cargadas de sinceridad, que reflejan todo mi ser y pasión por la vida...
Gracias a quienes me dieron la vida, a todos lo que me han enseñado a disfrutar de las cosas hermosas, a quienes me han dejado una moraleja, a quienes son y siempre han sido parte de mis días y a aquellos que aun sin conocer ya les estoy agradecida...

Extraña sensación...

Otra vez esa extraña sensación,
indescriptible e inexplicable,
que invade mis sentidos y altera mi corazón.
Otra vez esa extraña sensación,
de melancolía con ilusión,
de sentimientos confusos con esperanza,
de paz e intranquilidad,
de suspiros e interrogantes,
de soledad con compañía.
Otra vez esa extraña sensación,
de múltiples dubitaciones
entre vivir y sentirse vivo,
entre querer y sentirse querido,
entre ilusionarse y compartir ilusiones.
Otra vez esa extraña sensación,
de conversaciones y coincidencias
de esencias y experiencias,
de pensamientos y palpitaciones.

Detente un segundo y medita...

Perdona y olvida, y te será más sencilla la vida.
Pensar en la muerte no significa cerrar tus ojos
sino abrirlos.
Un hijo prefiere los buenos recuerdos a los
buenos regalos.
La sonrisa de un niño lleva impreso el amor de Dios.
Un espejo es el reflejo de tu cuerpo,
un hijo es el reflejo de ti mismo.
Si un hijo entierra a su padre es la ley de la vida,
pero si un padre entierra a su hijo se está
enterrando a sí mismo.
De quien no confías no permitas que te enseñe
lo que tú no sabes, de quien confías permite que te enseñe aún lo que tú ya sabes.
Reconforta más encontrar un objeto perdido
que comprar uno nuevo.
La confianza es la distancia más corta
entre dos personas.
El silencio no es sinónimo de ignorancia.
Nada se abre con más frecuencia por equivocación
que la boca.
La gente es hermosa si la amas.
Cada vez que realizas un acto de amor
Dios es tu Socio.
Hacer algo que nunca has hecho antes
te da un propósito de seguir confiando en Cristo.
Amory Dixon

Paciencia...

Paciencia en el aprendizaje…
Determinación y foco en el camino.
Paciencia en la cotidianidad…
Enriquecimiento personal continuo.
Paciencia en la familia…
Comunicación y entendimiento.
Paciencia en el amor…
Amor, constancia y entrega.
Paciencia en la enfermedad…
Perseverancia y fe en Dios
Paciencia en el vivir…
Perseverancia en la Esperanza!!!

24 horas en la vida de una mujer...

“Podrá ser una ilusión, mas quien piensa resueltamente por encima de lo existente y lo preexistente, por lo menos se procura una libertad personal frente a nuestra época insensata”.
“Y parece que muchas personas experimentan no poca satisfacción al sentirse más fuertes, morales y puras, que las que resultan -fáciles de seducir-. Personalmente yo encuentro más digno que una mujer ceda al instinto, en forma libre y apasionadamente, a que, como por lo general ocurre, engañe al esposo en sus propios brazos y a ojos cerrados”.
“Personalmente, me produce mayor satisfacción comprender a los hombres y no condenarlos”.
"Usted tiene perfecta razón; la verdad a medias carece de valor; sólo la tiene laque exponemos íntegramente”.
“Con-mucha facilidad pude advertir que no había uno solo de sus movimientos que no hubiese sido cuidadosamente preparado”
“¡Pero es que no pasa un día y apenas unas horas sin que deje de pensar en aquel hecho!”
“Pero no podemos librarnos de eso que, con expresión bastante vaga, llamamos -conciencia-“.
“Para el que se siente desasido de todo, la inquietud apasionada de los otros le produce una conmoción en los nervios”.
“Todo puede adivinarse en esas manos en su manera de esperar, de coger, de contraerse”.
“A partir de ese instarte no vi nada más en el salón. Todo me pareció vago, sordo, borroso, oscuro, comparado con el fuego que brotaba de aquel rostro”.
“Salí de un sueño de plomo, de las profundidades de una noche que nunca hubiera sospechado. Primeramente, intenté persuadirme de que aquello era aún un sueño, un sueño más claro y transparente que aquel otro, denso y confuso, del que acababa de salir”.
“Recuerdo perfectamente que mi corazón cesó de palpitar, que mi respiración se paralizó cual si fuera a extinguirse mi existencia; y mi conciencia, esa conciencia lúcida, que lo concibe todo y nada comprende”.
“Pero mis sentidos superagudizados no me permitían engañarme”.
“De los instantes más angustiosos de mi vida nació otro, fraternalmente intenso: un momento más emotivo y luminoso”.
“El día anterior todo había sido un azar, una embriaguez; el arrebato de locura de dos seres que desvarían”.
“Raramente se llega a observar la gratitud de los hombres; los agradecidos no saben por lo común cómo exteriorizarlo, se sienten
cohibidos, callan avergonzados y, con harta frecuencia, desean ocultar sus sentimientos y se muestran con una extrema torpeza”.
“Dios había otorgado, según parece, la facultad de exteriorizar todos sus
sentimientos en una forma bella, espiritual y plástica, el gesto expresivo de la gratitud irradiaba de todo su cuerpo como una pasión”.
“Como un reflejo de la limpidez de nuestros sentimientos, la Naturaleza quiso brillar en torno nuestro con su máximo esplendor”.
“No podía pensar ni dormir tranquilamente; no lograba dominarse a sí mismo”.
La gratitud nos torna felices porque son muy raras las ocasiones en que se nos hace visible; toda delicadeza nos hace un efecto saludable, y para la mía, fría y mesurada, semejante superabundancia de sentimiento”.
“¡Aquí podría vivir tranquila, feliz, apartada del mundo!”.
“En él lo que más me seducía era su delicadeza espiritual”.
“Si yo nombraba o señalaba alguna flor por el camino, bajaba a buscármela”.
“-Guardamos silencio, un silencio tan profundo que claramente llegaba hasta nosotros del exterior el murmullo de las ramas de los árboles agitados por el viento”.
“Había en mí excesiva felicidad. Por lo tanto me era necesario calmar una
sobreexcitación que jamás hasta entonces había conocido en mi vida”.
Ahora reconozco claramente que lo que me lastimó en lo más vivo fue el desencanto”.
“Me daba cuenta perfecta de que mis sentidos hallaban se en completo desorden”.
“Así de insensato e infantil era mi trastorno interior”.
“¡En fin! Que éstas son cosas que se comprenden o no se comprenden.
Quizá, para comprenderlas, se necesite un corazón; apasionado”.
“A las diez... Precisamente a las diez se cumplían las veinticuatro horas desde el instante de aquel maldito encuentro; veinticuatro horas tan llenas de variados y contradictorios acontecimientos sentimentales, que mi mundo interior parecía para siempre destrozado”.
“¡Lejos de aquella ciudad maldita, lejos de mí misma, para encerrarme en mi hogar y, rodeada de los míos, retornar a mi vida anterior, a mi verdadera vida!”.
“El tiempo, no obstante, posee una fuerza profunda y la vejez un singular poder para despojar de intensidad a los sentimientos”.
“La vejez no implica más que cesar de sufrir por el pasado”.
Stefan Zweig

Silenciosas coincidencias...

Nuevamente ensayos incompletos de cavilaciones y té,
…minutos en silencio… observación, impresión… curiosidad, sonrisas...
¿Que tan divinas e inexplicables pueden ser tantas silenciosas coincidencias?
Honestidad, transparencia, sensibilidad, creatividad,
literatura, conexión, enseñanza, detalles,
fotografía, pintura, escultura, buena música, arte.
Incienso, infusiones, te, humo, velas, esperanzas, vida,
buen gusto, libertad, paciencia, soledad, felicidad,
consejos, libros, canciones, frases, poetas, poesías, vino.
Naturaleza, flores, animales, crecimiento, amistad,
valores, creencias, respeto, amor, belleza,
cielo, colores, ángeles, deleite, buena vibra.
Imaginación, afecto, humor, vacío, sol, luna, estrellas,
risas, fantasías, salud, unidad, positivismo, salvación,
planeta, reflexión, mensajes, reggae, jazz, relax.
Mente, espíritu, mar, universo, respiración,
contacto, miradas, sensaciones, tembladeras,
inspiración, silencio, armonía,
sexo, pasión, placer, paz… Tú!!!
¿Silenciosas coincidencias?

Vínculos...

Apareció y no sabía cual sería la intención…
Comenzaron a contarse historias,
a intercambiarse palabras, oraciones,
experiencias, gustos, música, hobbies,
sueños, soledades, tiempo…
Era cada vez más interesante…
fluyeron sensaciones, necesidades, costumbres…
La teoría indicaba no enrrollarse…
La razón procuró no crear vínculos,
el corazón como siempre le llevó la contraria…
Pasaron días, semanas y un par de meses,
entre confusiones y pensamientos encontrados…
Continuaban sensaciones, necesidades,
costumbres, sentimientos, ilusiones…
Comenzaron las distancias…
Se retomaron ciclos e historias separadas,
cambios de hábito, actitudes…
Llegaron interrogantes, desilusiones, tristezas…
Se amplían distancias, se da cabida a nuevas reacciones,
actitudes, respuestas, misterios, silencios,
melancolías, disminuyen intercambios…
Quizás una elección equivocada,
seguramente una ilusión no compartida,
muchas cualidades interesantes,
un aprendizaje, quizás una nueva etapa,
gente que no valora lo que tiene,
gente que valora pero que no tiene...
Pronto nuevas oportunidades,
nuevas reacciones,
nuevas conclusiones…

Te quiero...

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de, ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo me vaya mejor que tu cuerpo. Tu vienes entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya vez. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?
Jaime Sabines

Circe...

"No hay sueños en mí, Ulises.
No proyecto sombra sobre cosa alguna.
El mundo es como una rueda radiante que comienza a girar cada mañana cuando abro los ojos.
¡Es todo tan sencillo!
Un pájaro atraviesa el cielo: vuela, nada más.
Una herramienta es brillante y dura: ha sido hecha por el ingenio.
El mar está siempre despierto; las piedras duermen siempre.
Yo no sueño, Ulises: cuento: una brizna, las estrellas, el aroma del heno, la lluvia, los árboles. Y como no quiero repetir nada, a nada le pido permanencia.
La vida es como el agua: tócala con la mano abierta y la sentirás vivir, siempre igual en su fuga.
Pero si aprietas la mano para cogerla, la pierdes.
Mucha gente ha pasado, de muchas leyes y distintos países-, por esta casa a orillas del mar.
Y en cada uno la felicidad tenía un nombre diferente; pero se trataba siempre de alguna vieja y arrugada historia que llevaban a cuestas.
¡Quédate, Ulises!"
Agustí Bartra

De sueño...

No soy un hombre real.
No soy un hombre como los otros, un hombre con huesos y músculos, un hombre generado por hombres.
Yo soy —y quiero decirlo a pesar de que tal vez no quiera creerme— yo no soy mas que la figura de un sueño.
Una imagen de Shakespeare es, con respecto a mí, literal y trágicamente exacta: ¡Yo soy de la misma sustancia de que están hechos los sueños!
Existo porque hay uno que me sueña, hay uno que duerme y sueña y me ve obrar y vivir y moverme y en este momento sueña que yo digo todo esto.
Cuando ese uno empezó a soñarme, yo empecé a existir; cuando se despierte cesaré de existir.
Y soy una imaginación, una creación, un huésped de sus largas fantasías nocturnas.
El sueño de este uno es tan intenso que me ha hecho visible incluso a los hombres que están despiertos. Pero el mundo de la vigilia no es el mío.
Mi verdadera vida es la que discurre lentamente en el alma de mi durmiente creador.
Giovanni Panini

Rayuela - Capítulo 7...

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.
Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.