Al que le disguste mi sincero afán
de decir la vida en mi canción,
solo le diré que cuando pueda
colgare mi voz de algún lugar común,
que cuando pueda dejare mi forma de pensar,
que cuando pueda mi guitarra ira a parar al mar.
Pero mientras tanto,
yo tengo que hablar, tengo que vivir,
tengo que decir lo que he de pensar.
Mientras tanto,
yo tengo que hablar, cantar y gritar
la vida, el amor, la guerra, el dolor.
Y más tarde
guardare la voz.
Al que se disguste con mi proceder
de esta gran manía de soñar,
solo le diré que cuando pueda
haré un gran bulto de canciones y me iré,
que cuando pueda seré viejo y ya no cantare,
que cuando pueda mi guitarra no acariciare.
Pero mientras tanto,
yo tengo que hablar, tengo que vivir,
tengo que decir lo que he de pensar.
Mientras tanto,
yo tengo que hablar, cantar y gritar
la vida, el amor, la guerra, el dolor.
Y más tarde
guardare la voz.