marzo 03, 2010

Una mañana cualquiera...

Hoy aparentemente es una mañana cualquiera...
Un día de esos en los que a las 6 am suena el despertador del celular y una hermosa melodía te hace abrir los ojos, para luego ponerla en mute al presionar el botón del snooze time y regalarte mínimo 30 minutos más compartiendo con tu adorada almohada...
Mientras pasan esos fugaces instantes, suena de nuevo el celular, esta vez es el Sapito que por el msn da los buenos días y te hace reír con sus ocurrencias... Sigue sonando el celular y ahora es Woddy el que virtualmente te invita un divino cafecito con leche y te recuerda que es hora de levantarse...
En el interín de tan amenas conversaciones, llega el momento de ponerte de pie, dirigirte al baño, hacer pipi, tomar una buena ducha... Guantes para que el tinte morado no te manche las manos, primer champú, segundo champú, baño de crema, peinado, colocar una toalla en el cabello, continuar con la ducha... Afeitarte, esponja, gel de baño, exfoliante... Parece mucho pero se hace en 15 o 20 minutos... Te secas, comienzas la rutina básica para el cuidado de la piel... Jabón limpiador facial, algodón con astringente, después la crema de los ojos, el rostro y el cuerpo... Ahora el cabello... Crema de peinar, peinado, secado, peinado... Te ves en el espejo y verificas lo hermosisimo que es tu cabello!!!...
Aun con la toalla encima y pensando en que ropa, zapatos y accesorios usar, bajas a la cocina, ves que te provoca desayunar, revisas que hay en la nevera para llevar de almuerzo, desayunas, arreglas el almuerzo, algunas frutas para la merienda y ordenas la cocina...
Son las 7:30 am aproximadamente, llegar tarde a la oficina forma parte de la rutina... Subes a la habitación, tomas un vaso de agua con algunas pastillas reglamentarias, procedes a cepillar tus dientes, hacer pipi otra vez, lavar tus manos y comenzar a arreglarte... Ubicas las brochas de maquillaje, te embelleces "más" y al fin decidida en cuanto a la ropa, los zapatos y los accesorios a usar, continúas arreglándote...
Mínimo 7:45 am... Habías decidido que la ropa, los zapatos y accesorios a usar, casi lo mismo que todos los días, un jeans, una camiseta y unos converse, pero no habías pensado en la ropa interior, las medias, la cartera o morral... La intensión es combinar todo con tu estado de ánimo del día, pero no todo lo que deseas lucir ese día combina o está disponible... Llevas dos semanas sin lavar tu ropa, pues lavar a las 6 am resulta bastante tedioso y los fines de semana, a pesar de ser los ideales, no puedes hacerlo debido a los diversos racionamientos de agua, luz y vida que todos conocen.
8:00 am... Se sigue haciendo tarde y aun en casa, seguramente has olvidado el ipod, no encuentras los audífonos, te falta elegir el sweater del día, la ropa del gym y organizar el morral... Sí, decidiste en algún momento usar el morral, es mucho más cómodo que andar con una cartera y un bolso con la comida y todo lo del gym.
Han pasado 15 o 20 minutos más... Aun en tu habitación, verificas que llevas todo lo que necesitas, bajas a la cocina, acomodas los envases de la comida en el morral y al parecer todo listo para salir... Mamá te espera en la puerta para darte la bendición, también un besito, decirte que no ha rezado y encomendarte a todos los santos que existen en el cielo...
Al fin sales de casa, el vigilante baboso de turno del único edificio que hay en la urbanización, te da los buenos días y mínimo te saca una radiografía, continúas caminando con tus audífonos morados y tu música a todo volumen, mientras bajas a la avenida, disfrutas de la hermosa cama de hojas secas que están en el suelo, respiras, sientes su particular olor, juegas un poco y sonríes cuando algunas caen de los árboles, llegando al kiosko le das los buenos días a Eli y le haces una mueca a su papá...
Ahora formas parte de la parada del carrito o del Metrobus, te montarás en lo primero que pase, seguramente algún baboso te tocará corneta o te dirá algo mientras esperas que esperas, continúas con tu música a todo volumen, no prestas atención a esas estupideces y sigues conversando virtualmente con el Sapito y con Woddy, quienes te siguen haciendo reír...
El Primero es pasar es el carrito, próximo destino La California, te subes, le pagas de una al señor conductor y después de un par de paradas, más gente en el carrito, un calor infernal y algo de cola para llegar a donde vas, por fin se estaciona, te bajas, los que están en la cola para subir a Macaracuay ven tu cabello morado, algunos ponen cara de que se les apareció un extraterrestre, otras de envidia total pero tu normal, no hay nada diferente, continúas tu camino hacia el metro...
Entrando a la estación, bajas las escaleras, mientras buscas el ticket en el bolsillo, pasas por el torniquete, de nuevo unas escaleras... Ya en el andén, esperas que llegue el metro, sientes la brisa que produce su cercanía, lo ves, se detiene, abre las puertas y te montas, estás en el vagón de la tercera edad, generalmente hay menos gente y justo te dejará cerca de las escaleras mecánicas cuando llegues a tu destino final...
En tu viaje continúas escuchando música y observando lo que pasa a tu alrededor, hay gente balurda que pone música para que todos la escuchen, otros que como tu utilizan sus audífonos, gente joven maleducada que no cede su puesto a las personas mayores, gente que huele mal, gente que huele bien, gente bonita, otros no tan agraciados, en fin, cualquier vaina puede suceder en el Metro de Caracas...
Después de unas cuantas estaciones y quizás unos 25 minutos de sobrevivencia en esa jungla, llegas a Plaza Venezuela, el metro se detiene, abre sus puertas, caminas hacia las escaleras mecánicas, subes, pasa por los torniquetes, continuas caminando, escalaras, gente, escaleras, más gente, escaleras...
Sales de la estación, un chico desea entregarte algún papelito con cualquier publicidad, una señora grita "Cafeeee cafeeee" de una manera muy peculiar, los que están sentados en el murito de la horrible escultura que da inicio al boulevar de Sabana Grande monitorean a todo el que pasa, continúas caminando, más gente nula, saludas a los chicos amables del primer kioskito, caminas, saludas al vigilante de la torre, ignoras a todos los que van pasando y también a la doña del segundo kiosko y al fin entras al edificio donde se encuentra la oficina donde trabajas...
El vigilante se la da de simpático y le contestas los buenos días seca y distante, haces la cola del malvado ascensor, esperas, sigues esperando, esperas un poco más, revisas el cel, escribes algo para el Sapito y para Woddy, responde algún mensaje de Lina o Andre, quizás otro de alguien más y sigues escuchando música...
Llega el ascensor, se monta bastante gente, nadie interesante, marcan casi todos los pisos, paseas un buen rato, al fin en el 18, la adorable Mireya te abre la puerta, le dices buenos días normalito... Entras, dices hooooolaaaa! nena buenos días para Andre, le dices bruja a Amina, dejas el morral, sacas los envases con la comida, le das un besito a Andre, a Lina, a Eri y a Sonia, caminas hacia la nevera, le das los buenos días a las nenitas vecinas, dejas todo en la nevera, llenas el pote de agua, saludas a los bombones tropicalientes de prensa, te regresas y te sientas en tu compu...
Jajaja todo lo que ha pasado y apenas comienza tu día...
Son las 9:15 am!!!